Plan estratégico: la hoja de ruta necesaria.
En estos tiempos de incertidumbre es importante que tengamos un horizonte, que
nos replanteemos nuestras estrategias y estemos preparados para aprovechar las oportunidades venideras. Para ello comencemos con definir una estrategia, un Plan estratégico.
Para hacer un plan estratégico, la situación ideal, es que una vez traspasado el umbral de lanzamiento de tu emprendimiento te des el tiempo de testear las reacciones y niveles de aceptación de tu público meta y hacer las mejoras necesarias. Este es un proceso cíclico que no debería detenerse, pues la idea siempre es mejorar y satisfacer las necesidades de los clientes por medio del valor que entrega tu producto o servicio. Pero, debes saber que lanzar, probar y mejorar no significa que lo hagas sin tener claro dónde estás y hacia dónde quieres ir, pues esta claridad te ayudará a no desviar la ruta o llevar tu emprendimiento hacia un lugar al que no quieres ir o que no es el que mejor rendimiento le dará a tu negocio.
Para comenzar un plan estratégico debes hacerte varias preguntas, y aunque parezca poco importante debes definir lo que haces y lo que no haces / lo que es y lo que no es tu emprendimiento, esto te ayudará a definir hacia dónde llevar tu negocio y hacia dónde no deberías llevarlo. Este ejercicio es muy importante, pero no una camisa
de fuerza, (mantente atento, pues la serendipia llega sin avisar).
Siguiendo con el plan estratégico, es bueno que sepas que se trata de un documento integrado en el plan de negocio y que resume puntos específicos:
La misión de la empresa (qué hace la empresa)
Visión de la empresa (a dónde quiere llegar con lo que hace), a esta parte también se le denomina visión estratégica, pues define los objetivos a alcanzar y el modo de conseguirlos.
Análisis de la situación actual del emprendimiento (análisis interno) y el análisis del entorno externo.
Plan de acción u operativo con el que llevar a cabo las estrategias que se hayan definido. Esta última parte va más allá de plasmar las acciones concretas a desarrollar para alcanzar las metas. El plan de acción es insuficiente sin la capacidad de ejecución (competencias técnicas y actitudinales) y sin la constancia para cumplir cada uno de los pasos.
El plan estratégico no es letra muerta, no es una camisa de fuerza, no es intocable,
al plan de acción le podemos aplicar el mismo principio de iniciar, testear y mejorar, pero, siempre hay un pero… lo que son invariables son los objetivos, es decir puedes cambiar las estrategias para alcanzar las metas, pero variar las metas te lleva a jugar
un juego poco productivo profesional y económicamente hablando.
Sí, ya sé que te debes estar diciendo: “pero debo cambiar los objetivos, pues los que plantee son inalcanzables”, para que esto no te pase, en nuestra próxima entrega
te estaremos hablando de la mejor forma de plantear objetivos para tu empresa
o emprendimiento.
¡Nos leemos pronto!